jueves, 17 de febrero de 2011

La Píldora Mágica de la Calidad aplicada a una Orquesta Filarmónica


En la segunda entrada a este Blog, La Píldora Mágica de la Calidad, se hace referencia a cierto director de orquesta que le pedía a su gerente comercial que aplicara a la orquesta los mismos estándares de calidad utilizados en su oficina.

Debido a esto, un experto en Gerencia de Calidad dedicó una entrevista a este personaje, Eugene Ormandy, Director Musical de la Orquesta Filarmónica de Filadelfia, considerada en el año de 1970 la mejor orquesta filarmónica de los EEUU y probablemente del mundo.

A continuación una traducción libre de esta conversación.

Pregunta. Sr. Ormandy, quisiéramos hablar con Ud. acerca de una cosa denominada “Calidad”.  Se nos ocurrió que su trabajo se parece más al de un ejecutivo de negocios entregando productos o servicios de calidad.  Nos gustaría saber como logró la Calidad de la Orquesta de Filadelfia.
Respuesta. Yo solo puedo hablar de música.  No puedo hablar de negocios, no soy un hombre de negocios.  ¿De acuerdo?

Pregunta. De acuerdo, es un trato.  Como director musical, Ud. Actúa como ejecutivo o gerente, así como un artista.  La Orquesta de Filadelfia esta considerada como una de las mejores del país.  ¿Cómo logró esto?
Respuesta. Primero debo decir que estoy de acuerdo con el Sr. Mahler; no hay malas orquestas, solo malos directores.  Cada director tiene sus propias ideas acerca del sonido, la interpretación y la ejecución.

El primer ingrediente en una orquesta de primera clase es el músico.  Debes tener los mejores hombres y mujeres en cada silla.  No solo las mejores 15 ó 16, sino todas.  El tiempo, y de nuevo el Sr. Toscanini a quien admiro y adoro, me dijo que cuando condujo nuestra orquesta se sorprendió de que tal orquesta existiera en el mundo.  Porque cada silla es ocupada por un músico digno de esa posición, no solo en la primera, segunda, tercera o cuarta silla, sino todo hasta atrás, eso es maravilloso.  Ellos realizan cada nota perfectamente, con la misma calidad y al mismo tiempo.

Ellos son seleccionados y entrenados por mi; no, entrenamiento es una mala palabra porque uno no entrena músicos después de que ellos han alcanzado cierta calidad en un instrumento.

Es el entrenamiento de la orquesta como un instrumento.  Se debe hacer un solo instrumento de ella.  Tengo 105 seres humanos haciendo música para el mismo propósito y buscando los mismos resultados que yo.

Pregunta. ¿Cómo hace llegar sus estándares de calidad – sus estándares de ejecución – a ellos?
Respuesta. Cada vez que dirijo fuera de Filadelfia, algo que hago frecuentemente, le digo a la orquesta que “mi meta es obtener el sonido Filadelfia y, por supuesto, yo puedo obtenerlo si ustedes están dispuestos a dármelo”.  Es un reto para un director.  Hablando de nuevo desde mi propio punto de vista como director, porque es mi vida, he encontrado que si me puedo inspirar a mi mismo, siempre tengo la esperanza de lograrlo, puedo inspirar con mi entusiasmo a toda la orquesta. 

Pregunta. ¿Qué es el Sonido Filadelfia?
Respuesta. Nuestro sonido ha sido llamado el Sonido Filadelfia.  Bueno, he escuchado eso tantas veces que una vez dije a un caballero: “¿Qué es el sonido Filadelfia?  ¿Es realmente el director, no?  El estuvo de acuerdo.  Entonces, si es el Sonido Filadelfia, te estas refiriendo a mi sonido; si le gusta, me siento honrado.  Si no le gusta, me estaría criticando a mi, no a la orquesta.  Yo soy responsable por eso, sea bueno o malo.  Podría añadir que he recibido reproches por hacer que esta afirmación aparente ser arrogante y presuntuosa, pero nada ha salido de mi mente.  Cuando Toscanini se paró frente a nuestra orquestra, la transformó, en 15 minutos, a un sonido diferente.  Nunca más fue llamado el Sonido Filadelfia, o el Sonido Ormandy, sino su sonido.  Esta es la manera en como debe ser llamado.  La orquesta está entrenada para ser flexible y para reaccionar.

Así que, lo que se necesita es un director que sepa lo que quiere y como obtener su sonido.

Pregunta. ¿Qué más tiene influencia sobre la calidad de su sonido?
Respuesta. El segundo ingrediente es el ambiente.  El sonido del salón es terriblemente importante.  Hemos tocado en salones donde he sido muy infeliz.  No podía escuchar nada.  Los metales abrumaban los instrumentos de cuerda o a veces estos ni siquiera fuesen escuchados porque estaban sentados contra una pared muerta.

Tenemos muchos salones hermosos en este país.  Incidentalmente, estos no son conocidos, y pienso que debería mencionarlo: La Academia de Música de Filadelfia es el salón más antiguo de los Estados Unidos; y, lo que es aún más sorprendente, el segundo más antiguo en el mundo.  Puedes ver que este es un salón del que me siento muy orgulloso, pero al mismo tiempo, siento que podría ser ligeramente mejorado.  Entonces podemos realmente tener la acústica que yo deseo.  Tenemos planes para mejorarlo.

Pregunta. La industria y negocio han encontrado que la actitud juega un papel importante en la calidad de productos y servicios.  ¿Es cierto eso en música?
Respuesta. Una de las cosas de las que me siento muy orgulloso, y probablemente una de las muchas razones por las que la Orquesta de Filadelfia es la Orquesta de Filadelfia, es que cada miembro de la orquesta se siente orgulloso de ser miembro de la orquesta.

Un segundo violinista vino a mí hace dos años y me dijo que había heredado una pequeña cantidad de dinero y que podría comprar un hermoso Stradivarius por US$50.000.  ¿Debía comprarlo?  Le dije, “¿Para qué, para tocar en la Orquesta Filadelfia?”  El dijo, “¿No tenemos tales hermosos instrumentos en la orquestra?”  Le dije, “¿Si, pero muchos son para las primeras sillas.”  El me replicó, “Me considero tan importante como ellos.”  Me sentí orgulloso de el, y avergonzado de mi mismo.  Inmediatamente le dije, “Por supuesto que deberías obtenerlo.”

Eso no ocurre en una orquesta ordinaria, bajo circunstancias ordinarias.  Ellos nunca pensarán acerca de eso – nunca les ocurre a ellos.  Esto, por supuesto, aplica a algunas otras orquestas, especialmente las cinco o seis en nuestro país que son realmente buenas.  Pero, yo hablo de mi orquesta, que se que existe.  No lo estoy asumiendo.

Pregunta. ¿Acerca de su actitud – la actitud del gerente?
Respuesta. Yo obtuve un retroceso estando al frente de mi orquesta.  Esto fue lo que me mantuvo joven.  Te explico, Es terriblemente importante que la orquesta deba conocer a su director, debe tenerle respeto y consideración y tener confianza en el y viceversa.  Si el gerente no esta dispuesto a dar lo mejor de si, ¿cómo espera obtener lo mejor?  El debe estar involucrado.  Involucrarse, esa es una buena palabra.  Yo la uso muy a menudo.  Debemos involucrarnos con la música que tocamos.

Pregunta. En la industria a veces tenemos niveles de desempeño de la calidad, o algún tipo de tolerancia para cierto nivel de error.  ¿Usted tiene esos niveles de desempeño?
Respuesta. Nuestro nivel de desempeño es el resultado de nuestros ensayos.  Es el deber del director extender sus ensayos de tal manera que los hombres conozcan su parte.  Para un trabajo contemporáneo muy difícil, necesitamos – digo – tres semanas de ensayos.  Los hombres entienden las dificultades; ellos llevan sus partes a casa, lo que es algo de lo que me siento orgulloso decir que hacen los hombres de la Orquesta.

Pero, volviendo a su pregunta: Mi orquesta es tan dedicada a su trabajo que puedo decirle honestamente que en las miles de presentaciones que hemos dado, y no estoy exagerando, son alrededor de 5000 en los últimos 34 años – en todas esas presentaciones, yo no creo que ellos hayan abandonado alguna vez el trabajo.

Pregunta. ¿No tolerancia a los errores?
Respuesta. Si, no tolerar los errores, ¡Me gusta eso!  Sabes que exactamente de lo que tú hablas es de lo que yo hablo.  Tú hablas de negocios y yo hablo acerca de arte.  Nosotros tenemos una relación muy cercana con nuestro compromiso, y tú con el tuyo.  No lo había notado hasta que comenzamos a conversar.  Calidad es una cuestión de establecer reglas, hacerlas entender.  Es una cuestión de actitud, una cuestión de ambiente, pero creo, a pesar de todo, que calidad es una cuestión de gente.

Eugene Ormandy
Celebró sus 30 años en el podio de la Orquesta de Filadelfia durante la temporada de conciertos de 1968 – 69, un récord no igualado por ningún otro director vivo en ninguna otra gran orquesta.  Nacido en Budapest, entró a la Real Academia de Música de Budapest a la edad de 5 años como violinista prodigio y recibió su diploma de profesor a la edad de 17.  Entre los viajes de concierto, tocó en el Conservatorio Estatal y fue a los Estados Unidos en 1921 como violinista solista.  El Sr. Ormandy se desempeñó y condujo en Nueva York, y se hizo ciudadano Americano en 1927.  En 1930 dirigió su primer concierto con la Orquesta de Filadelfia.

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