martes, 10 de mayo de 2011

ALGO DE SEMÁNTICA EN CALIDAD


Es real, e histórico, el hecho de que siempre las funciones de Producción y Calidad se encuentran en constante tensión.  Para ejemplificarlo tomemos la siguiente frase, expresada por un Gerente General: “Mis preocupaciones comienzan cuando me percato de que mi Gerente de Producción y mi Gerente de Calidad no se encuentran cada uno con el cuchillo en la garganta del otro”.

La posición más difícil es aquella intermedia entre la demanda y el cumplimiento de las cuotas de producción y los chequeos y balances requeridos por un ambiente de calidad.  Es necesario aceptar la brecha entre ambos y entender como suelen ser inherentemente contradictorios.

Entre la mucha y variada información que existe respecto a cómo establecer relaciones mas estrechas entre producción y calidad, se cuenta con una herramienta que probablemente no haya sido puesta en práctica pero que podría ser de mucha relevancia si los responsables tuviesen el suficiente sentido común para utilizarla.  Aunque no se puede asegurar que esta sea la respuesta más acertada, la relación entre su implementación y las potenciales mejoras lo comprobarían.

La idea es como sigue: La gente suele hacer exactamente lo que se espera de ellas, ni más ni menos.  Si están en producción, su meta es producir y aquellos que se encuentren en el área de calidad se preocuparán por mantener, o mejorar, las condiciones de los productos de la compañía.  A este nivel, se sugiere un cambio radical en la construcción básica y las palabras o frases alrededor del ambiente de la organización.

Si apuntamos a que nuestro equipo de operadores tome la responsabilidad por ser la fuente del que sea el nivel de calidad inherente a sus resultados, entonces su trabajo y departamento debería ser llamado “Producción Libre de Fallas” antes que “Producción”.  Si aspiramos a un producto de alta calidad, y el fabricante esta de acuerdo en que se debe hacer bien desde el principio, entonces cualquier operador no debería tener inconvenientes en que su cargo sea el de “Operador Libre de Fallas” en lugar de simplemente “Operador”, y un Maquinista sería un “Maquinista Libre de Fallas” y así sucesivamente.

De la misma manera los departamentos relacionados con calidad requerirán el mismo tratamiento.  Así, en lugar de Aseguramiento de Calidad, Control de Calidad o simplemente Calidad, debería ser llamado “Retroalimentación a Producción”.  Probablemente esta sea la descripción mas sucinta de las funciones básicas en las cuales se encuentra enganchado el equipo de calidad: tratar con, corregir, mejorar y dar seguimiento a los resultados del equipo de “Producción Libre de Fallas”.

Aparentemente muy sencillo, pero cuando nos percatamos de la importancia y la fuerza  de las palabras fácilmente llegamos a la conclusión de que estos mínimos cambios podrían representar el cambio sustancial requerido para darle un giro completo a las relaciones entre ambos grupos y mejorar así las condiciones de calidad del producto o servicio ofrecido sin comprometer las cuotas y presupuestos de producción.  De la misma manera ayudaría a elevar o mejorar las cuotas de producción sin afectar presupuestos ni la calidad de los productos o servicios ofrecidos.  El camino ideal hacia la Mejora Continua.

 







Source URL (retrieved on 07/10/2009):


No hay comentarios:

Publicar un comentario